¿Qué pasó después de la primera chupada?


Después de lo que leyeron en mi escrito anterior sobre mi primera chupada tuve contacto nuevamente con el padre de mi amiga. ¿Quieren saber qué pasó?

De vuelta del viaje por un tiempo no fui a su casa. Quería evitar el contacto y me sentía culpable. Desde la perspectiva entiendo que no tenía culpa de nada pero en aquél entonces me sentía así. Hasta que llegó el cumpleaños de mi amiga y tuve que ir, no tenía excusa, salvo confesarle lo que había pasado y eso no pensaba hacerlo.

El día del cumpleaños estábamos todos los compañeros de colegio y demás amigos en su casa, por lo que éramos muchos. al llegar saludé a todos, incluidos sus padres. No mire a los ojos al papá.

Pasadas varias horas, con la música a un volumen muy alto y con bastante alcohol en el cuerpo, fui al piso superior para refrescarme en el baño. al subir la escalera me noté un poco mareada pero con plena consciencia de mis pasos. Entré al baño, hice lo que tenía que hacer, me refresqué, me acomodé y salí.

Al abrir la puerta ingresó abruptamente el papá de mi amiga, cerrando rápido y arrinconándome. Muy cerca mío me dijo:


- Hola Eva, ¿cómo estás?

Apenas pude balbucear un tímido "bien" sin salir de mi perplejidad. Tuvimos el siguiente diálogo:

- ¿Por qué me evitás?
- Yo no...
- Dale nena, que ya sabemos lo que hiciste...
- No hice nada - lo interrumpí.

Él suspiró profundamente, dió unos pasos hacia atrás y se bajó los pantalones y el boxer, dejando su pija erecta a la vista. Después dijo:

- Chupame la pija como lo hiciste..
- Yo no...
- Dale nena, chupamela o le cuento a mi hija.

No sé por qué eso me pareció grave. Ahora que lo pienso el que tenía todo para perder era él, pero me hizo la cabeza y yo caí. Me arrodillé delante suyo y él me agarró del pelo diciendo:

- Abrí bien la boquita.

Y me la metió toda de una. Yo tuve una arcada y después comencé a chupar con fruición. Tenía miedo que él me delatara, que nos descubrieran en el baño, pero también estaba excitada, mojándome, con mis pezones marcándose en mi blusa.

- Que bien chupás la pija putita, querés toda la leche.

Mientras él seguía hablando yo seguía chupando y sólo quería que acabara e irme. Me manoseó el pecho, cosa que me calentó más y empecé a hacerle garganta profunda, sin saber muy bien qué era lo que estaba haciendo.

- Te voy a coger esa boca de puta que tenés y te voy a llenar de leche... ¿querés la lechita? Cuánta leche habrás tragado hija de puta...

Él ahogó un grito mientras yo sentía su semen caliente en mi boca. Yo seguía chupando y me chorreaba la leche por la comisura de los labios. Seguí así mientras sentía que se iba achicando la pija.

- Sos una petera hermosa, pendeja. Ahora voy a querer cogerte.

Yo estaba arrodillada, sucia, y mi cara de susto habrá sido clara porque dijo:

- Hoy no bebé, quedate tranquila. Un día te voy a llevar a cenar y después vamos al telo. Ahora lavate y andá para abajo.

Yo me lavé como pude y me fui a mi casa. Aturdida, llegué a mi habitación y me masturbé.

CONTINUARÁ...

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